miércoles, 17 de octubre de 2012

Pampa



Porque soy Pampa desde la raíz, nacido en aquellos pueblos de calles anchas y techos bajos, de puertas abiertas y abrazo amigo. De siestas prolongadas y crepitar de brazas que se escuchan tras las tapias. De barrio humilde, partidos de canicas y hoyo pelota en las veredas de tierra bajo las sombras de las acacias.

Porque llevo en el recuerdo del alma aquellas caminatas domingueras en torno a la plaza del centro, y las noches de infancia tirado en el pasto mirando el cielo estrellado intentando descubrir el movimiento de los satélites.

De parajes tajados por las vías del tren que vieron nacer esos pueblos de fundadores italianos y españoles, de bicicletas abandonadas en cualquier lado y a cualquier hora, que permanecían días sin que nadie las toque. Del "fulbito" en la canchita de la iglesia, y los torneos veraniegos en el parque municipal.
 
De mates largos y termos que se vaciaban para volverse a llenar una y otra vez mientras la charla ameritaba prolongarse, de visitas a la casa vecina sin golpear la puerta. Nada que ocultar, nunca.

De guardapolvos blancos camino a la escuela, de manchas verdes por las carreras y revolcones entre los ligustros. De mate cocido humeante sobre la estufa a leña que nos arremolinaba en el rincón del aula, del “talán” de las campanadas que marcaban la hora de entrar y salir.

De andaduras por los campos cubiertos de trigales y girasoles, de rutas monótonas besando banquinas cubiertas de pastizales. De zapatillas embarradas en el salto de los charcos y mañanas de cañerías congeladas por el frío austral.

Porque llevo en el alma aquellos atardeceres que se filtran entre los caldenes y en el corazón el aroma de la quietud de sus días.



Pampa húmeda, añorada y querida, llevo en mi nombre el fuego de tu vida.

2 comentarios:

  1. Que buena descripcion Pablo!!! Cuanta añoranza. Un abrazo bien pampeano desde Santa Rosa, de mi madre Olga que siempre te recuerda , mio y seguramente de mi padre si me ve escribiendo.Analia

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  2. Muy Buen comentario Negro , no te olvides cuando josefa nos curaba el empacho y la recalcadura y doña maria por supuesto , habia mucha interna de curanderas .

    Un abrazo Diego (Pato)

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