La entrega del Premio Nobel de la
Paz a la Unión Europea habría despertado una enorme ilusión en la delegada del
Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, que al grito de “Yes, we cant” –cuentan-
andaba disparada por los pasillos de esa Delegación, sorprendiendo a propios y
extraños por el uso de la frase que patentó el otrora Nobel Barack Obama,
detestado por la funcionaria no solo por la supuesta ideología “progre” de
aquel, sino por ese color de piel que ya sabemos, nuestra chica vincula únicamente
a las redadas policiales y expulsiones.
Dicen, quienes la conocen, que
dado el devenir de la entrega del galardón, en el 2011 el presidente
estadounidense con su célebre frase de “a veces hay que hacer la guerra para
obtener la paz” y ahora esta Europa que vende armas y fabrica guerras,
Cifuentes empeñaría gran parte de su gestión en impulsar la candidatura de las Unidades
de Intervención Policial (UIP) que funcionan a su mando.
Tan contenta andaba Doña Cristina
que hasta se atrevió a gritar “que me importa que mi marido esté prófugo de la
Justicia y todo el mundo sepa que no hay un solo policía buscándole, si el negro
se cargó a Bin Laden, Europa a Gadaffi y ya vemos el resultado!”. Una verdad
incuestionable, vea.
La cuestión es que el
razonamiento de la Delegada habría ido sumando adeptos, incluso al propio
ministro de Interior, Jorge Fernández, hijo de militar franquista que gusta de de
usar una verba belicista y criminalizadora de todo aquel pensamiento contrario
a sus intereses. Herencia genética que le llaman.
Incluso Cifuentes habría armado
un pequeño dossier explicativo en donde destacaba tres puntos comparativos de
los logros de sus UIP:
- Imágenes de las UIP sembrando terror en las calles, pegando a mujeres menores de edad
y a periodistas
-
Videos de su policía entrando en domicilios y lugares
privados a llevarse gente para golpearla impunemente
- Grabaciones que demuestran la capacidad de su Gobierno para criminalizar las protestas
y hacer de personas pacíficas, potenciales y peligrosos miembros de células
terroristas y golpistas
- Muestras de la -para ella- brillante actuación policial
en casos de expulsiones de inmigrantes
y encarcelamiento de estas peligrosas
personas
Todo indica que la plataforma de
apoyo a la tarea represiva de las UIP para garantizar la paz en la sociedad
madrileña se presentaría públicamente en un acto que tendría lugar frente al
Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche el 19 de diciembre próximo. La
fecha y el lugar no sería casual, allí el mismo dìa de 2011 murió la congoleña Samba Martine,
inmigrante que se encontraba detenida para su expulsión. “Que sepan los del
Nobel que nosotros no somos menos que ese Obama y toda Europa junta. También
somos capaces de matar y que todo quede impune”, habría concluido una
ilusionada Cifuentes.
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