martes, 26 de julio de 2011

Soplos de vida

La besa, la abraza, se aferra aprovechando esos 20 segundos que hace eternos para guardar los latidos de su niña en el corazón. Ella le mira y sonríe, no sabe que quizá un día venga con su mamá y papá ya no esté.

Luego se cierra el cristal y mientras esa madre conversa con su marido por teléfono, ella juega a hacerle monadas y a reir las muecas de su padre. Apoya sus manitas en el cristal, lo ensucia, lo llena de baba y amor, se regocija de verle desde sus apenas 8 meses de vida. Quizá ni sepa quién es ese hombre, pero le quiere.

Él resiste la tentación de llorar, apresa las lágrimas en la celda de sus párpados…y sonríe, sonríe a esa bebita que soñó acunar y hoy no puede. Lleva apenas 10 días detenido, culpado de no tener un papel.

Y aunque todos allí adentro dicen “si me van a expulsar que lo hagan ya”, el quiere perpetuarse en su condena… sabe que costará respirar más a la distancia de los mares y los días no tendrán luz sin ese beso diario que es un soplo de vida entre tanta injusticia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario