Seguimos caminando la senda de los silencios, no importan las fechas, silencio de principio al fin. ¿Quizá para siempre? ¿Y sino hasta cuándo?... ¿O será que necesitamos que la ausencia de las palabras nos conduzca al olvido?
Y en silencio, así, celebro un cumpleaños más a la distancia. Esta vez, sin decir un hola o un disfrútalo mucho, sin escribir unas palabras. Ojalá –pienso- la falta de un saludo fuera fruto del olvido y no el letargo paciente de la resignación. Ojalá también, sea un día de alegrías e ilusiones renovadas para tu alma.
Y espero, en el silencio de la distancia, un recuerdo, un pensamiento, te haga saber que desde este lejano lugar alguien se acordó de vos y en un grito mudo de ¡Felíz Cumpleaños! te regaló una sonrisa.
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