miércoles, 22 de agosto de 2012

Mentiras verdaderas

Foto: Olmo Calvo
Después de tanto mentir y negar su existencia, luego de obcecarse en una negativa permanente ante lo que para toda la sociedad era más que evidente, el Ministerio del Interior ha tenido que admitir que sí han existido cupos de identificación o detención de extranjeros y que sí ha habido “actuaciones masivas o indiscriminadas basadas únicamente en criterios étnicos”. Teníamos razón en nuestras denuncias. En rigor de verdad la táctica utilizada por la Dirección General de la Policía ha sido publicar una circular en la que no en la parte dispositiva, sino apenas en la explicativa, manifiesta la prohibición de esas prácticas tantas veces denunciadas. “No existían ni existen” nos dijeron una y otra vez, pero ahora ordenan su prohibición…extraño comportamiento el del Ministerio del Interior, prohibir algo que según su criterio, nunca ha existido ni existe.

Y en ese juego de mentiras verdaderas tan propio de quienes no pueden argumentar con el uso de la razón y ni siquiera de la Ley en su estricto cumplimiento –recordad al ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, hablando de “forzar la Ley” para justificar detenciones de manifestantes-, lo que ahora han anunciado en una operación de prensa tendente a humanizar las actuaciones policiales, no es más que una suma de nuevas ambigüedades: simular cambiar todo, para que nada cambie. Más mentiras verdaderas.

En la práctica las redadas han seguido sucediendo, existían y existen. Las Brigadas Vecinales de Observación de Derechos Humanos (http://brigadasvecinales.org/) en los 4 días que siguieron a la publicación de la circular, recibieron vía Twitter y mail 26 avisos de controles con orientación racial en la ciudad de Madrid, y dos más que se producían en Barcelona. Sin contar una supuesta “detención violenta” de un inmigrante senegalés en la Plaza de Tirso de Molina, en Madrid, que según testigos también habría tenido tintes racistas. ¿Pero no las habían prohibido?, se preguntan muchos. Mentiras verdaderas, otra vez.

Nada dice la circular del incumplimiento, por parte de algunos agentes de policía, de no llevar el numero de identificación profesional cuando efectúan estas redadas, tal como ha sucedido esta misma semana, durante la violenta detención de un joven senegalés que supuestamente se encontraba en la calle vendiendo CD y DVD apócrifos. Una situación que generó la airada intervención de un grupo de compañeros del detenido y la respuesta desproporcionada por parte de los policías apuntándoles con su arma y realizando disparos al aire uno de ellos, y todo por la supuesta persecución de una mera falta, que no un delito que pusiera en riesgo la seguridad de nadie.

Pero allí otra vez se montó la operación mediática con la inmediatez de quienes necesitan defenderse de lo indefendible. Que se defendían de una agresión de las personas que participan en el 15M, que había resistencia del mantero detenido que les estaba agrediendo. Sin embargo había una cámara, y las imágenes hablan por sí solas. Un joven detenido y tirado en el suelo mientras uno de los policías sin identificar blande su pistola arrodillado sobre él, su compañero también de paisano saca una porra flexible cuyo uso es de dudosa legitimidad y solo unos pocos senegaleses gritando contra la detención. ¿Era necesario sacar el arma y apuntarlo a la cabeza de quienes protestaban? ¿Era imprescindible efectuar disparos al aire en un barrio tan concurrido?. La escena era más propia de bandas callejeras armadas, pero la policía rápidamente lanzó a los medios, nuevamente, sus mentiras verdaderas.

Es preocupante que el Ministerio del Interior no ponga fin acciones que en su ejecución causan mucha más alarma social que la mera presencia de personas inmigrantes en situación administrativa irregular, Mucho más que ante cada denuncia social se argumente con más mentiras, que ya nadie cree, puedan ser verdaderas.

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