domingo, 23 de enero de 2011

Ella y El

Ella apunta, enfoca, dispara una y otra vez.

El estira desvalidamente su brazo dubitativo, respetuoso.


Ella fija el zoom en el rostro cuarteado de su piel, en los dibujos que el desierto fue tajando a fuego en su tez de arena.

El pierde la mirada en su mano palpitante, brilla en sus ojos una acuosidad abreviada, mutilada por los recuerdos de años que ya no son.


Ella se relame la vaselina de esos labios sedientos de carroña.

El apenas deja escapar un sonido inaudible de esa boca reseca donde aún se aloja la húmeda felicidad de los besos de otros tiempos.


Ella esquiva el contraluz, se agacha, se pone en cuclillas, se levanta. Sonríe y vuelve a disparar.

El, sigue con la lenta traslación de sus movimientos, apenas modifica la quietud de sus músculos y un rictus en la comisura de sus labios hace pensar que su tiempo se ha detenido.


Ella mira el visor de su cámara, y disconforme vuelve a apuntar, y vuelve a mirar, y dispara, y sigue disparando en su afán turístico irrefrenable, en su indignidad manifiesta.

El sueña una eternidad tenue, recuerda pretéritas mañanas donde Abdul, su hermano, le acompañaba en las puertas de la tienda familiar.


Ella tapa el foco de su cámara, la cuelga al cuello y esbozando una sonrisa arroja unas monedas de dirham.

El cierra su puño y lo contrae a su corazón silente.


Ella derrocha su estupidez humana. El, atesora la dignidad del mendigo.


Explicación: este escrito nació en Fez, Marruecos, de ver una turistas que afanadamente se empeñaba en sacar fotos de diferentes ángulos a un anciano que pedía limosna en el umbral de una casa.

2 comentarios:

  1. Muy lindo Pablo, una descripción perfecta de la falta de respeto a la dignidad del hombre, o como decís en el último párrafo de la estupidez humana. Un beso, soy Ester la hermana de Patricia no hemos encontrado en Madrid, en Casa Argentina y en Buenos Aires.

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  2. Hola Pablo,haces un relato muy sensible y claro de la situación. Me gusta mucho la fotografia,desde que la tuve como asignatura en la facultad me apasiona,pero una de las primeras cosas que aprendí es que no puedo fotografiar todo lo que se me antoje,no,no se puede...

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