viernes, 28 de agosto de 2009

Fantasmas

¿Qué lleva a un hombre que ama la escritura a alejarse de ella durante tanto tiempo? No un día o dos, sino dos o tres meses. ¿Qué extrañas fuerzas actúan sobre él para vaciarlo de ganas y fuerzas? ¿Pudo perderse la pasión y secarse el sentimiento?...

Muchas veces me pregunté en esta pausa de mi blog los por qué de mi desidia repentina. Tantas más me senté en el ordenador, abrí el word y tras machacar las teclas me di cuenta que escribía sin sentido, con la mente nublada por las menudencias de este mundo. Sólo, una y otra vez, suprimí las escuetas palabras y cerré la pantalla sin dejar recuerdos.

Alguna vez escuché decir que quienes pasan gran parte de su vida pensando en problemas ajenos “o bien no tienen problemas, o bien son incapaces de poder enfrentar los propios y por ello se abocan a los de los demás”. Parafraseando aquello –pienso- que tal vez en estos meses de no encontrar motivaciones fuera, tampoco me animé a escribir de las de adentro, de los miedos y fantasmas, de esas historias sin acabar que nos persiguen y vuelven una y otra vez, hasta la saciedad.

Pero aquí estoy de nuevo, sentado y viendo nacer las palabras que ayer nomás no aparecían. Un alivio, una alegría, la vuelta a un sentimiento, a una vocación que me empuja a escribir sobre lo que siento, sobre esas cosas que a cada paso me demuestran que sigo siendo humano. Lástima que los fantasmas siguen volviendo… ¿o será que ellos también serán necesarios para no perder mis rastros de humanidad?

1 comentario:

  1. me alegra tanto hermano, que vuelvas a las letras, por que sé que como yo hay mucha gente que necesita de tus palabras, para confirmar que no estamos solos en esta lucha por hacer un mundo mejor.

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